lunes, 3 de febrero de 2020

Mamá es la responsable de todo.

Vivimos en una sociedad tan antigua que aún seguimos con que "mamá es la responsable de todo" y ¡¡QUE CANSADA ME TIENE ESTO!!

Ya de entrada es a la mujer a la que se la ponen trabas e impedimentos dentro del mundo laboral cuando se queda embarazada. Yo misma me he visto en esa situación de trabajo estable, puesto indefinido, te quedas embarazada y a la calle.
¿A donde nos manda eso? a casita, a hacernos dueñas y señoras de nuestro hogar, a ponernos el delantal y tener la casa perfecta, la comida preparada y la nevera llenita.
Antes de llegar a esta situación hay un equilibrio entre lo que hacemos nosotras y lo que hace nuestra pareja, todos colaboramos y repartimos tareas y obligaciones, pero esto se acaba cuando el mundo laboral te cierra la puerta, o al menos hablo desde mi experiencia.
No considero a mi pareja una persona machista, más bien creo que es una persona que ha crecido dentro de una sociedad que si lo es, al igual que yo y que aún hay muchísimo que cambiar.

Desde que soy mamá he pasado mucho tiempo en casa y todo recae sobre mi persona. Hasta ahí no hay problema, yo no trabajo así que no hay problema en que yo limpie y recoja la casa.
Os explico mi rutina "no rutina". Intento levantarme temprano y digo "lo intento" porque mi intención es esa pero como mamá que soy, si mi hijo pasa mala noche, yo también la paso y estando embarazada, las noches son muy largas (insomnio, ardores, dolores de ciática...), con lo cual mi intención es esa, levantarme temprano pero no siempre lo consigo.
Si logro despertarme temprano (antes que mi hijo) el día me es más fácil. Desayuno rápido y me pongo al lío... barrer, fregar, poner lavavajillas, recoger la cocina, lavadoras, limpiar el polvo..... todo eso antes de que se levante mi pequeño torbellino.
Cuando él se despierta empieza la rutina. Biberones, cambio de pañales, juegos, bailes, cambio de ropa y corriendo a hacer la compra (si es que ese día toca compra). De vuelta a casa hay que colocar toda la compra y a la vez preparar mi comida y la del enano, pues ya se ha echado el tiempo encima y estoy a punto de pasarme de su hora de comida.
Después de comer toca siesta, o más bien, esperar a que él quiera o no dormir. Si cae dormido aprovecho para tender la lavadora que puse a la mañana, vaciar lavavajillas, barrer de nuevo, fregar otra vez (comiendo seguro que ha tirado algo al suelo) y recoger el desastre de salón que se ha quedado.
Una vez despierto, le preparo la merienda mientras vuelve a reinar el caos y el desorden en el salón. Papá llega a casa mirando el salón con cara de espanto mientras yo me escapo para ir al baño y a la vuelta él ya está sentado en el sofá contándome el día tan duro que ha tenido en la oficina. Paseo para "bajar el dolor de ciática" y a la vuelta baños y cenas o más bien, baño al niño y luego preparo la cena. El salón sigue en su caos mientras papá juega con el niño. Yo, con mi barrigota me pongo a colocar todo el salón mientras papá le da de cenar y me dice "es que no puedes dejar que te deje el salón así" y ya entramos en el bucle de "recogelo tú que has entrado por la puerta y te has sentado", "yo me paso el día fuera de casa y llego cansado y agotado", "¿y yo?¿acaso me he tocado las narices" y "Es que tú pasas todo el día en casa".

Total que todo el peso de la casa y el niño recae sobre mi persona. Yo no me puedo poner mala porque me tengo que encargar de todo y aún encargándome de todo, hay días que da la sensación de que he estado sentada en el sofá.
¿He elegido yo esto?
Pues no. Adoro estar con mi hijo, el tiempo que paso con él es tiempo de calidad. Pero yo no he decidido comerme todas las tareas de la casa.
Papá llega cansado de estar todo el día trabajando, pero mamá esta cansada de no parar ni un segundo y de eso ¿se da cuenta alguien?

Cuando me dice "Necesito un poco de tiempo para descansar y desconectar, un poco de tiempo para mí" yo digo "¿y el tiempo para mí?" y viene el mágico "tu estas aquí todo el día" ¡¡Como si limpiar, hacer la comida y pasarme el día recogiendo juguetes fuese mi hoby favorito".

No estoy diciendo que él no haga absolutamente nada, para nada, solo que no hace ni la mitad de lo que hacia antes porque yo soy la que está en casa.

¿Qué quiero decir con todo esto?
Pues que no es fácil cargar con todo. No es fácil sentir que la casa te come, que no tienes tiempo ni de pintarte las uñas, de desconectar un rato. No es fácil sentir que no eres tan valorada como lo eras antes, que no puedes (o no te dejan) avanzar laboralmente por que eres mamá o por que vas a serlo.
No es fácil pensar que la cosa está lejos de mejorar.

¿Solución?
COMUNICACIÓN. Si no estamos cómodas con la situación que tenemos, si sentimos que nuestra pareja no se encarga como creemos de sus responsabilidades (no olvidemos que la casa también es suya y los hijos son de los dos) hay que decirlo. Puede que nosotras mismas lo estemos haciendo todo o no dejemos hacer nada por el "es que yo lo hago mejor".
La comunicación es imprescindible dentro de la unidad familiar.


También tengo que decir que conozco casos en los que es papá el que está en casa cuidando de los peques y de la casa, pero ¿por decisión propia o elegida?

Y después de haberme desahogado, lanzo la pregunta de hoy... ¿Es injusto cargar con el peso de todo o por el contrario es lo que tenemos que hacer por estar en casa?

Beeeeesiiiiiii 😘

1 comentario:

  1. Es injusto yo veo que la sociedad tiene que cambiar en mi caso es como si mama fuera sergio y yo papá lo hemos acordado así pero es la sociedad padres sobre todo familia k aun siguen teniendo pensamientos machistas, mamá bastante hace y necesitan tiempo para ellos Sergio cuida a mark la casa las compras etcc son de los 2 no de el por estar en casa, aunque a él le encanta pero repartimos tareas como debería de ser, cuidar un niño cansa más k 8 horas de curre 🤣🤣

    ResponderEliminar

Mi postparto con Julieta

Mi postparto con Julieta ¡¡Ay amigas!! que distinto es el postparto en cada mujer, pero que distinto es también en una misma... Cuando...