sábado, 6 de junio de 2020

Mi postparto con Julieta

Mi postparto con Julieta

¡¡Ay amigas!! que distinto es el postparto en cada mujer, pero que distinto es también en una misma...
Cuando pensaba en postparto, a la cabeza se me venia un dolor horrible por los puntos, dolor en la uretra por la sonda, dolor por las hemorroides y fisuras, dolor muscular horrible, caída de pelo extrema desde la segunda semana de lactancia, sueño, agotamiento.... creo que me estoy dejando algo, pero bueno, vamos a lo importante.

La primera semana del postparto de Julieta fue muy rara, en verdad todo el postparto está siendo rarísimo, pero la primera semana estaba desubicada. Nos dieron el alta a las horas de nacer Julieta y no estuvimos acompañados por la familia en ningún momento... lo que tiene parir en un pandemia, que te ves más sola que la una y eso para el postparto emocional va muy mal.

Algo que me ha llamado mucho la atención en este postparto ha sido el sangrado, o la ausencia de este. Recuerdo que con Leo sangré desde el primer día hasta dos días antes de terminar la cuarentena y además en abundancia, en este no. Al día siguiente de estar en casa ya empecé con los sangrados intermitentes y cuando fui a la revisión con la matrona al día siguiente, me dijo que eso era debido a no guardar reposo; ¡¡vaya que sí!! como que al guardar algo de reposo empecé a sangrar de nuevo, aunque duró pocos días. a veces mancho un poco pero prácticamente nada.

Los puntos me han molestado lo justo, es más, me quedaba un punto por caer (que intuyo que ya se cayó) pero como Julieta se puso tan malita me olvidé de mí para centrarme en cuerpo y alma en ella. Creo que cuando Jul Jul se puso malita fue cuando acabó para mí el postparto.

He perdido 10 kilos desde la ultima vez que me pesé en el embarazo y tengo algo de flotador en la zona abdominal, pero no mucho más del que tenia antes de quedarme embarazada de Julieta. Eso si, tengo unas piernas y un culazo.... pero eso se lo atribuyo al confinamiento.

Aún no se me ha caído el pelo, es más, lo tengo mejor que nunca. Tengo mucho volumen, súper brillante, fuerte y muy bonito. A estas alturas, con Leo, ya tenia la cabeza llena de calvas y mi frente se había agrandado debido a la caída.
Con las uñas igual, súper fuertes y bonitas. 
Recuerdo que en el embarazo de Leo el pelo y las uñas eran una maravilla y en el postparto horrible; pero esta vez ha sido al contrario.

 Las hemorroides me vinieron a saludar los primero días, pero desde el ingreso de Jul Jul en neonatos desaparecieron y dieron paso a las fisuras. Espero que estas se vayan pronto. Estoy llevando una alimentación sana y siguiendo todos los pasos para que se vayan pronto, pero con Leo me dieron la lata muchísimo, es más, no se me fueron hasta que me volví a quedar embarazada y esa solución no me vale esta vez.

Mi piel sigue igual de mal que durante el embarazo. Muchos granos y ahora tengo sequedad en varias zonas de la cara, lo que viene siendo una piel mixta de toda la vida.

Esto que os acabo de contar es el postparto físico, ahora os voy a hablar del postparto emocional.

Bien, el postparto emocional, ese del que nadie nos habla durante el embarazo ni en el mismo postparto. El postparto silencioso y que debería de ser el más visible.
Creo que en postparto emocional influye mucho como nos hayamos sentido durante el parto. Las emociones que vivimos al dar a luz afecta mucho, al menos en mi caso. Recordad que yo siempre hablo desde mi experiencia personal, no hablo en general.
¿En qué me ha influido el parto en el postparto? En que me sentí tan poderosa, tan fuerte y valiente que ahora siento que puedo con lo que me echen y eso, amigas, es muy importante para afrontar el postparto emocional.

He dado a luz en la pandemia, en el confinamiento, con lo cual nos hemos visto muy muy solos. Nada de visitas que puedan hacer que tu cabeza se despeje minutos. Nada de madres que puedan venir a ayudar, ha servir de apoyo. Siempre he creído que la madre de la nueva mamá no van a cuidar a su nieto/a los primeros días, va a cuidar de su hija, pues ella mejor que nadie sabe por lo que está pasando su pequeña. Así que esta vez he tenido mucho apoyo telefónico pero nada presencial, aunque no es por hacerme la fuerte, pero esta vez no lo he necesitado tanto, lo necesité más tarde y ahí si lo tuve.

El sentimiento de culpa ha sido el gran protagonista, como ya preveía durante el embarazo. Los cambio a Leo no le van nada bien y este ha sido un cambio inmenso y si a eso le sumamos que estamos en tiempos de rabietas pues tenemos el cóctel perfecto para que todo sea un caos.
Él adora a su hermana, es algo brutal y con lo que no contábamos, pensamos que no la tendría ese amor desde el minuto 0, así que eso hace que sus cambios de humor y comportamiento sean más llevaderos y el sentimiento de culpa sea menor.
Haberme perdido tantas cosas en el ultimo trimestre también me está influyendo en este postparto pues echo mucho de menos la tripota y pienso en las cosas que ya no podré tener o sentir por culpa de esta situación y eso hace que un sentimiento de pena y nostalgia se apodere de mí de una manera brutal.

Pero si algo me ha marcado el postparto ha sido el que Jul Jul haya estado tan malita. Eso ha sido un machaque mental impresionante.
Las que hayáis tenido a vuestros peques en neonatos o ingresados sabéis de lo que os hablo y las que no, os lo podéis imaginar pues a todas la madres y padres se nos cae el mundo al suelo cuando se ponen malitos nuestro peques.
Esos 10 días han sido de los peores de mi vida, pero ya os escribiré otro post contándoos todo lo que paso.
Pensar si mi hija se pudo malita por algo que yo hiciera mal, o que podía haber prevenido me machacaba la cabeza hasta que nos explicaron bien lo que ella tenia (una mastitis causado por una bacteria llamada pseudomona y una infección en la sangre por un estreptococo que contrajo en el hospital).
No solo lo pasé mal por mi niña, también por Leo. Nosotros pasábamos el día en el hospital con Julieta y él estaba en casa con los abuelos. Yo quería estar en dos sitios a la vez y la impotencia fue enorme. Cuando estaba en el hospital quería esta en casa con Leo y cuando estaba en casa con Leo, quería estar con Julieta.


Para resumir un poco el postparto y que entendáis toda esta parrafada que he sacado de mi cabeza y he soltado aquí, me he abandonado por completo y centrado en mis hijos. Me he dedicado 0 tiempo a mí y a preguntarme como estaba o como me sentía y con lo cual, siento que he tenido un postparto muy silencioso. Me he centrado tanto en ellos que ni me miro al espejo.
Y ¡¡OJO!! que no estoy diciendo que haya tenido un postparto malo, para nada, pues físicamente me he encontrado muy bien y no he tenido apenas dolores, pero es cierto que me estoy cuidando muy poco y debería de dedicarme un poco más de tiempo.

Y dicho esto, me despido hasta el siguiente post que no se si será sobre nuestras vacaciones en la suit de neonatos o será un post hablando de algo random.


Si queréis que hable sobre algún tema en especial, dejármelo en los comentarios o escribirme por instagram (@Unblogembarazoso).

¡¡Por cierto!! estoy pensando en abrirme un canal de youtube contando lo mismo que cuento aquí pero en vídeo y subiendo otras chorradicas, ¿que os parece?

Ale, Beeeesiiiiii.




Mi postparto con Julieta

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